Benito de Nursia fue un monje cristiano, considerado el iniciador de la vida monástica en Occidente y venerado como santo por las Iglesias católica, Iglesia ortodoxa y luterana.
San Benito nació el 2 de marzo de 480 en la ciudad de Nursia, en Umbría, Italia, y murió el 21 de marzo de 547 en la abadía de Montecasino, monasterio que fundó en el Lacio, siendo Montecasino la cuna de la Orden benedictina. El 11 de julio sus restos fueron trasladados a la abadía de Fleury, en Saint-Benoît-sur-Loire, Francia.
Es considerado Patrono de toda Europa, mensajero de paz, realizador de unión, maestro de civilización y, sobre todo, heraldo de la religión de Cristo y fundador de la vida monástica en Occidente. Su regla monástica, la benedictina, se convirtió en la base no solamente de la Orden benedictina, sino de todo el monacato occidental. Esto convirtió a san Benito en el maestro constructor del Occidente cristiano.
En la Iglesia católica, los santos patronos de Europa son un grupo de seis santos que han sido declarados patronos del continente europeo. Estos santos deben representar los fundamentos culturales de Europa, su diversidad nacional y espiritual, sus conflictos y su superación a través de la fe e interceder ante Dios. También deberían representar modelos inspiradores.
El primer santo en ser nombrado patrono de toda Europa fue Benito de Nursia, el 24 de octubre de 1964 por el papa Pablo VI. El papa Juan Pablo II añadió a Cirilo y Metodio el 31 de diciembre de 1980, y a Catalina de Siena, Brígida de Suecia y Teresa Benedicta de la Cruz el 1 de octubre de 1999.