El tercer domingo de Adviento también es conocido como Gaudete, una palabra en latín que significa ‘gózate’ o ‘alégrate’, y se inspira en la Carta que San Pablo envió a los filipenses: “Gaudete in Domino semper: iterum dico, gaudete. Dominus enim prope est” (Alegraos siempre en el Señor. Insisto: ¡Alegraos! El Señor está cerca).
El Adviento es el tiempo de preparación para la llegada del Señor, que vino en una carne como la nuestra, hace 2024 años, por eso celebramos la Navidad. Pero viene constantemente a nuestras vidas para perdonarnos y darnos su paz y alegría, Él nos dijo que no nos dejaría nunca. Y al final del tiempo vendrá de nuevo lleno de gloria.
Al llegar a este tercer domingo de Adviento, la mayor parte del camino ya ha sido recorrido y es bueno y necesario alegrarse al ver que se acerca la meta: “El Señor está cerca”.
Aunque las circunstancias que vivimos puedan ser difíciles o dolorosas, no son un obstáculo para la verdadera alegría. El Señor está siempre a nuestro lado.
El, es el único que puede sacar de los males que afligen a la humanidad, el bien. Por eso, ¡alegría y esperanza!
Sor M. Teresa de Jesús