En el Monasterio de la Inmaculada ha tenido lugar una charla sobre el Observatorio de los Derechos humanos de la Familia Dominicana, denominado “Samba Martine”, impartida por el estudiante Asier Solana, OP.
La Familia Dominicana ha escogido este nombre, el de una mujer congoleña de 34 años, que después de viajar desde la República del Congo hasta España fue internada en un CIE, (centro de internamiento de extranjeros) y falleció sin apenas ser atendida medicamente. Tenía 34 años y estaba embarazada.
Un caso que al parecer sigue impune y se convirtió en un símbolo, en bandera de los que no tienen voz. Es un tema muy sensible para los dominicos ya que nos recuerda a todos los que sufren en las vallas de Ceuta, en la “fosa” en que se está convirtiendo el Mediterráneo para muchos que dejan la vida en el mar buscando un futuro mejor. Aquella “voz” de Antonio de Montesino sigue gritando e interpelándonos: “¿Acaso no son hombres?”