¿DONDE ESTÁ EL ÁNGEL?
Me piden que os cuente una anécdota en la que sin pretenderlo me vi impulsora o al menos involucrada. Algo que movilizó a Xàtiva, y que a día de hoy, después de los meses que han pasado desde navidad sigue coleando pues ha quedado como frase lapidaria ante cualquier reivindicación “esto como lo del ángel »
No sé si habréis oído hablar del belén monumental que ocupa 1500 m2 de nuestra alameda. Lo montan los jardineros del ayuntamiento y tiene la peculiaridad de que todos sus animales son vivos, incluidos los exóticos y las figuras humanas de tamaño natural; cuenta, además de las escenas típicas de un belén con campitos de hortaliza y fuentes de agua corriente a las que los visitantes tiran monedas que una vez recogidas van a parar a las organizaciones benéficas entre ellas a nuestra «Gent de la consolació». Es un monumento que se ha convertido en un atractivo turístico de éxito.
Este año la concejala responsable tuvo la ocurrencia de hacer quitar el ángel que anuncia a los pastores, argumentando que «se trata de un signo religioso católico que puede herir a las otras religiones”. Entre protestas y gran disgusto los jardineros tuvieron que retirarlo, pues a la postre «quien manda, manda»
Hasta aquí el hecho. ¿Cuál fue mi intervención?
Casi todas las semanas publico en Facebook el comentario del Evangelio que preparo para la oración de la tarde que compartimos cada domingo con un buen grupo de seglares.
En esta ocasión se me ocurrió añadir una breve reflexión a propósito de lo ocurrido y que titulé «¿Dónde está el ángel?» En mi intención no había más que el deseo de mostrar que la importancia no está en los símbolos sino en lo que ellos significan. Que con la imagen del ángel o sin ella lo importante es el mensaje de paz, bienestar y salvación para todos que él anuncia.
Inmediatamente el periódico Levante se hizo eco de mi escrito que glosó literalmente. Lo hizo de manera positiva y laudatoria hacia nosotras incidiendo en la ausencia del ángel. Terminaba el reportaje diciendo «La polémica está servida «y así fue.
La gente se movilizó acudiendo en masa al Ayuntamiento, dicen, supongo que, exagerando, que se llegaron a realizar quinientos registros de reclamaciones y todas tituladas «¿Dónde está el ángel? Simultáneamente fueron apareciendo artículos en los periódicos por gente de a pie y por gente relevante con títulos como “el ángel secuestrado» » El ángel volatizado» etc. Como resultado el alcalde ordenó la reposición de la figura que se realizó con un alarde mediático, los jardineros eufóricos de satisfacción hicieron su trabajo bajo el flash de periodistas y televisiones comarcales y nacionales.
Un comentarista de ámbito nacional apostilló: «si ha sido una operación de marqueting, ha resultado exitosa de lo contrario, ¡qué facilidad la de los españoles para polemizar por naderías!» De hecho, el Belén de Xàtiva este año ha multiplicado sus visitas.
MORALEJA: No sé si es apropiado o no que las monjas hagamos uso de estas redes sociales, pero en todo caso hay que entrar en ellas con plena responsabilidad y conocedoras de su alcance tanto para el bien como para el mal
Sor Áurea Sanjuán Miró
Monasterio Nuestra Señora de la Consolación
Monjas Dominicas
Xàtiva- (Valencia) España
(Lo publicado en Facebook)
¿DONDE ESTA EL ÁNGEL?
En nuestras casa, en nuestras ciudades montamos Belenes y los montamos bajo las alas de un Ángel que proclama: «Paz a los hombres de buena voluntad»
Y el belén representa a esa buena gente, sencilla, humilde trabajadora, los pastores cuidando el rebaño, el agricultor que cultiva una pequeña parcela, la castañera que mitiga el frio de los pequeños, la mujer que carga con su cántaro hacia la fuente.
Los magos, los prepotentes del mundo también han recibido signos de que la buena noticia ha llegado. Y ha llegado para todos. Unos siguen la estrella, pero otros quieren apagarla.
Podemos dejar de lado signos religiosos que pueden herir algunas susceptibilidades, que pueden quitar protagonismo a algunos proyectos políticos. Pero su noticia, la de esos proyectos, no será buena sino es como la de Jesús, en la que las mujeres, los parados, los sin techo, los cojos, los ciegos, las viudas o mujeres denigradas, los excluidos sociales recobran su dignidad.
Con Jesús nadie ha de pasar necesidad porque a sus seguidores les impone compartir. Es el impuesto divino. Si no acoges, si no remedias la penuria de tu hermano no eres de los míos.
La buena noticia llega. Y llega para todos, grandes y pequeños, triunfadores y frustrados. No es cuestión de ideologías ni de programas políticos. No hay ideología hay fe. pero puedo incluso sin fe reconocer en Jesús, al hombre que con su vida y con su doctrina es la buena noticia para la humanidad. Esa justicia que todos los líderes anuncian. Es lo que anunció el ángel en el portal de Belén.
Decimos que Jesús vino a divinizar, pero divinizar es humanizar. Con todo, con ángeles o no, con estrellas o no, la buena noticia llega a todo y a todos. Los políticos del color que sean también la anuncian ya que todos auguran que de su mano llegará la felicidad y el bienestar, aunque ignoran que antes lo anunciaron el ángel y la estrella.