Muy queridas hermanas:
Un saludo desde Bahía Blanca con ocasión de la cercana fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen María. Prescindiendo del aspecto apócrifo, esta celebración propone contenidos de alto valor ejemplar, continuando venerables tradiciones, enraizadas sobre todo en Oriente.
El Evangelio de esta fiesta nos vuelve a recordar que para pertenecer al Reino no cuenta la pertenencia que indica la sangre, raza, pueblo… sino la Fe (que es don) hecha de escucha y puesta en práctica de la Palabra.
María concibió creyendo al que dio a luz creyendo. En la Exhortación apostólica Marialis cultus (2 de febrero de 1974) San Pablo VI nos invitaba a comprender este misterio describiendo, de alguna manera, la actitud vital de la Virgen con palabras que -todas con la «o» al menos en castellano- nos invitan a caminar por su misma senda: María Virgen oyente(acogiendo la Palabra); Virgen – Madre obediente (aceptando el llamado de Dios); Virgenorante (en la Visitación, en Caná, con los apóstoles esperando el Espíritu Santo) y Virgenoferente (oferta de su propia vida al darnos a Jesús -Camino, Verdad y Vida, presentándolo en el templo y finalmente al pie de la cruz).
Mis hermanas, gracias por impulsar a la Iglesia a vivir con María (summa contemplatrix), los valores fundamentales sobre los que se funda la misma vida contemplativa a través delsilencio, la escucha, la llamada a la interioridad, la estabilidad propia de esa vocación. Esto nos recuerda aquellos conceptos que la Lumen Gentium (n. 43) ofreció como marco teológico de la vida religiosa: las ventajas de una mayor estabilidad en la forma de vida; una doctrina espiritual experimentada, sólida y aprobada, para la perfección; la comunión fraterna en el servicio de Cristo y una libertad robustecida por la obediencia.
Recuerdo las imágenes que Benedicto XVI ofreció a propósito de la riqueza de las comunidades contemplativas con ocasión de esta fiesta (2006): Los monasterios de vida contemplativa nos ofrecen un «oasis» donde el ser humano peregrino en la tierra, puede beber en los manantiales del Espíritu y apagar su sed en medio del camino (…) Estos lugares, aparentemente inútiles -concluyó-, son en cambio indispensables, como los «pulmones» verdes de una ciudad: son un bien para todos, incluso para los que (…) quizás no saben que existen.
El Papa Francisco nos regala otras «postales del alma» que nos ofrecen notas no menos significativas en la Dei vultum quaerere… y las aprovecho para despedirme… ¡Gracias por serfaros que indican la ruta; antorchas que acompañan en medio de la oscuridad; centinelasde la aurora que anuncian la salida del sor: escalera por la que Dios baja para encontrar al hombre y el hombre sube para encontrar a Dios y contemplar su rostro en el rostro de Cristo!
Fraternalmente en Cristo y María, Virgen oyente, obediente, orante y oferente
+ Fray Carlos Alfonso AZPIROZ COSTA OP
Arzobispo de Bahía Blanca
Av. Colón 164
B 8000 FTO BAHÍA BLANCA
A R G E N T I N A