LA FIESTA DEL COMPARTIR
El Evangelio de hoy es de los más conocidos, lo denominamos el de la multiplicación de los panes, quizá por conocido lo escuchemos con rutina y no alcancemos a conocer el mensaje que encierra. Un mensaje todavía más interesante puesto en la fiesta de hoy, la fiesta del cuerpo de Cristo, la fiesta de la Eucaristía. La Eucaristía nos habla del Hombre Dios que ha querido quedarse con nosotros y por tanto le debemos compañía y adoración. Pero eso no es todo. Este Evangelio y esta fiesta nos hablan de cómo es Jesús y de cómo quiere que sean sus discípulos.
Jesús les había estado enseñando en el ambiente relajado de una tarde de campo. Enseña y sana. Él es el único capaz de saciar nuestros anhelos y curar nuestras enfermedades… Conoce las necesidades de quienes le escuchan y no se desentiende de ellas. Los discípulos también conocen la necesidad de los allí reunidos pero descargan la responsabilidad sobre espaldas ajenas «que cada cual solvente su propia carga». «Que vayan a buscar alojo y comida».
Pero Jesús nos quiere solidarios: «dadles vosotros de comer». No los abandonéis a su suerte. A su mala suerte, no todos tienen capacidad de superar su situación ni tienen nuestras mismas oportunidades.
“Hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces” y se produce el milagro de la multiplicación de los panes y que deberíamos llamar el milagro del compartir.
Es lo que pretende Jesús, no que admiremos su poder sino que seamos generosos y desprendidos. Si lo somos perderemos un poco de lo nuestro pero entonces habrá para todos.
Cáritas nos advierte que nos hemos cansado de la solidaridad. ¿Hemos reavivado el miedo a los diferentes? ¿Renace la xenofobia?
La fiesta de hoy es una llamada a la acción de gracias, a la adoración eucarística, pero no olvidemos que el culto que nuestro Dios quiere es el que nos sintamos real y efectivamente hermanos entre todos los hijos de un mismo Padre.
Hoy es el día de Cáritas, la fiesta del compartir.
Sor Áurea Sanjuán, op
