Inés de Jesús Galand nació en Le Puy-en Velay (Francia) el año 1602, en el seno de una familia de siete hijos y creció en clima de oración. En 1609 se consagró como esclava de amor a la Santísima Virgen y a los nueve años comenzó a recitar el oficio diario en honor del Espíritu Santo.
En 1621 entró en la Orden de Penitencia de Santo Domingo y dos años después ingresó como monja conversa en el monasterio de Santa Catalina de Langeac, del que luego fue monja de coro, maestra de novicias y priora.
Inés vivió apasionada por Cristo y por la Iglesia y, en sintonía con su vocación Dominicana fue una mujer de espiritualidad cristiana y de acción eclesial.
Murió el diecinueve de octubre de 1634 y sus restos se veneran en su monasterio de Langeac. Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 20 de noviembre de 1994, quien dijo “Agnes de Jésus Galand se destacó por su profundidad contemplativa y su abandono total a la voluntad de Dios”.
Nos encomendamos a la Beata Inés, a quien Dios dio una gran compasión por los pobres y los pecadores y, un celo por la formación de los presbíteros, para que el Señor nos conceda por su intercesión, acoger con fe viva a Cristo crucificado y anunciarlo para la salvación de todos los hombres.