El Adviento:
Convendría saber que para determinar el comienzo del Adviento, que consta de 4 domingos, se parte de la fecha fija de la Navidad, que siempre es el 25 de diciembre.
De allí se establece el cuarto domingo, que es el anterior al 25, y progresivamente hacia atrás hasta establecer el primer domingo de
Adviento.
Por ello la duración del Adviento puede variar: Si el 25 cae de lunes, el domingo anterior es el cuarto, y por lo tanto hay 21 días en total de
Tiempo de Adviento desde el primer domingo hasta el día anterior a Navidad.
Si, en cambio, el 25 es un domingo, habrá que remontarse hasta el domingo anterior para que sea el cuarto, y de allí al primero: En total, esta vez serán 27 días de Adviento hasta el día de Navidad.
Y así sucesivamente si cae en la semana entre el martes y el sábado.
La Cuaresma:
En cambio, con la Cuaresma es distinto para fijar su fecha de comienzo, ya que la Pascua no tiene fecha fija en el calendario civil.
Considerando la Última Cena de Jesús y por lo tanto el Paso (Pascua) del Mar Rojo por los israelitas, se establece que la misma y posterior
Resurrección de Jesús es en la luna llena que está entre marzo y abril.
De allí que, establecida la Pascua dentro de esta luna llena, y considerando el día 14 del mes de Nisán en que los judíos comían el cordero pascual como lo hizo Jesús en la Última Cena, se establece la Pascua cristiana 3 días después de esta fecha (domingo de Resurrección), y el comienzo de la preparación (cuaresma), cuarenta días antes de la Cena Pascual, que corresponde al miércoles de ceniza, fecha que da inicio a la cuarentena cuaresmal.
Actualmente se omiten como días cuaresmales la solemnidad de San José (19 de marzo) y la de la Anunciación del Señor (25 de marzo), para que la cuenta dé perfecta.
¿Por qué usamos color rosado en la Liturgia el 4º domingo de Cuaresma y el 3º de Adviento?
El color rosado en los ornamentos litúrgicos es un signo de gozo, de alegría (por ello esos domingos se llama de gaudete o laetare, que
significan gozo y alegría en latín, que sigue siendo la voz oficial de la Iglesia).
Y esa alegría es porque, en medio de la espera ya sea de la Navidad en Adviento, ya sea de la Pascua en Cuaresma, y llegando ya a su final, se anuncian la Venida del Mesías en Belén o la Resurrección en el Triduo Pascual.
Es que luego del cuarto domingo de Adviento llega inexorablemente la Navidad, el 25 de diciembre. Por ello el tercer domingo de este Tiempo lo celebramos con ornamentos rosados, de fiesta en medio de la espera, de alegría por la proximidad de la Venida del Salvador.
De la misma manera, en la Cuaresma, luego del quinto domingo llega la Semana Santa, que culminará en el Triduo Pascual con la Resurrección de Jesús, luego de su muerte amorosa en la Cruz. Por ello el cuarto domingo es celebrado con gozo, con alegría, como una pausa dentro de la espera ante el Acontecimiento que se avecina, y por ello utilizamos ornamentos rosados en la celebración eucarística.
Fuente: Gustavo Daniel D´Apice