¡Nuevamente estamos con ustedes, a través de estas crónicas!
En la Eucaristía del día 5, conmemoración de nuestros amigos y bienhechores difuntos, Fray Jorge en su homilía destacó: “que estábamos teniendo un acto de caridad y misericordia con aquellos que nos beneficiaron con su caridad por lo que representamos. “
Por tanto, “el juicio final estará basado en lo que hicimos o dejamos de hacer. La vida cristiana no se define en el conocer, sino en un conocer que nos lleva a vivir de un determinado modo. (…) La caridad cuando es real no lleva cuentas, no busca razones, sale por sí sola, no puede contemplar actuar de otro modo.
“No hay modo de conocer al Señor sino por el contrario: el Señor Omnipotente se manifestó en la vulnerabilidad, Él se quiso identificar con la miseria y el sufrimiento.”
Entonces, “se trata de hacer porque conocemos de otro modo, porque somos capaces de reconocernos en Cristo. Toda la predicación y el anuncio son para comprender el designio de Dios (…) Hemos sido objeto de la caridad de otros y esta experiencia de ser amados marca un antes y un después.”
Al concluir citó una frase de San Ambrosio: “¿Dónde está el Paraíso? Donde está Cristo, está el Paraíso.”
En este día, durante la mañana la Asamblea se dedicó a revisar y a corregir la redacción los trabajos de las comisiones.
En el recreo del mediodía recibimos la visita del Prior Provincial, Fray Javier Pose, O.P Y la comunidad de frailes de la Mendoza. Compartimos en un clima de fraternidad y alegría estos primeros pasos del caminar federal con nuestros hermanos.
Por la tarde con la presencia de Fray Jorge, tuvimos plenaria para terminar de perfilar el trabajo de las comisiones y votar las decisiones tomadas. La presencia del Asistente es muy enriquecedora, ya que desde su experiencia; nos va dando pautas, nos ayuda en detalles de la redacción final y nos aclara dudas que van surgiendo.
Poco a poco vamos culminando los trabajos de la Asamblea, en un clima de reflexión, diálogo e intercambio de experiencias que nos impulsan a consolidar la comunión.
¡Les agradecemos la cercanía orante y fraterna!