Hoy, el Monasterio de San Cugat del Vallés en Barcelona se llenó de solemnidad y emoción con la llegada de la venerada reliquia de Santo Tomás de Aquino. El ilustre filósofo y teólogo dominico, conocido por su profunda influencia en la teología y la filosofía cristiana, fue recibido con gran reverencia y devoción por los fieles y la comunidad monástica. La presencia de las reliquias de Santo Tomás de Aquino recordó a todos la importancia de la búsqueda de la verdad y la sabiduría en la vida cristiana.
Nada sino a ti
¡Nada sino a ti! Es el grito que brotaba de los labios de Tomás cuando Cristo le preguntó lo que le pedía; es el grito que hoy brota de nuestros corazones encendidos de amor, y agradecidos por el don de tener en nuestro monasterio el relicario que contiene el cráneo de nuestro maestro y hermano Santo Tomás de Aquino.
Para un mundo que padece la guerra a gran escala en Ucrania y en la franja de Gaza:
¡Nada sino a ti!
Para un mundo que obtiene ganancias desmesuradas por la trata de personas y el consumo de drogas:
¡Nada sino a ti!
Para un mundo que anda a ciegas, estresado por tantas preocupaciones y problemas, sin llegar a alcanzar, muchas veces, el hondo sentido de la vida y la luz de la verdad:
¡Nada sino a ti!
Para un mundo que no se da cuenta que al no fomentar el valor de la familia en la sociedad, mina los cimientos de la misma humanidad:
¡Nada sino a ti!
Para un mundo que necesita una iglesia renovada y sinodal, que le enseñe a vivir la unidad en la diversidad:
¡Nada sino a ti!
Para el mundo que más que nunca necesita hombres y mujeres que vivan el carisma de la verdad, que se desposen con la verdad que nos hace libre para poder testimoniarla de palabra y de obra:
¡ Nada sino a ti!
Para nuestra familia dominicana heredera del carisma de Domingo y enriquecida por el don de Santo Tomás para la iglesia y nuestro mundo:
¡Nada sino a ti!