Como culminación de la solemnidad de la Inmaculada, tan entrañable para nosotras, el día 8 a las 19 horas, se realizaba en nuestro monasterio el Rosario peregrino con motivo del jubileo de la Orden. Previamente se invitó a la Familia dominicana y a todas las parroquias de Torrent, así como a conocidos y familiares de las monjas. Se inició en la iglesia con una introducción de fray Cesar Valero explicando a los fieles que nos acompañaron el sentido y el porqué de este rosario peregrino. La iglesia permaneció solo iluminada por la lámpara central que enfoca al altar y por las velas de todos los que participamos en el rosario, como signo de que María es la Luz que va iluminando el camino de fe que nos conduce al Hijo y como signo también de esa luz de verdad que Domingo nos transmitió a toda su familia, a esa gran Familia dominicana que como él buscamos la verdad y la belleza como signo de que la Bondad de Dios está allí donde la Palabra se sigue encarnando.
Ambientamos el claustro central con diferentes imágenes de María. Cada misterio fue acompañado por cantos y música sacra, interpretados magistralmente por Lola Cremades (“Avemaría” de Gounod), Laura Navarro (“Domine Deus” de Vivaldi) y Felipe Cremades (“Avemaría” de Mascagni), todos ellos familiares de un matrimonio muy conocido y querido por la comunidad. Todo ayudó a crear un ambiente de oración muy profundo. Nos acompañaron tres sacerdotes de Torrent, amigos de la comunidad, familiares de las monjas y un grupo de seglares dominicos de la Fraternidad de Torrent. Que María siga siendo para todos nosotros esa presencia cercana que nos dice «haced lo que Él os diga».

 

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