La JMJ de Panamá nos ha traído un soplo de esperanza porque hay muchos jóvenes que quieren a Jesús de Nazaret, le buscan y le encuentran. Los jóvenes han tenido un gran soporte de oración desde todos los lugares del planeta. Acompañando a los jóvenes en las jornadas han estado voluntarios, sacerdotes, padres de familia, autoridades, religiosos y religiosas……. La voz del Papa Francisco ha sonado alentadora, alegre, clara y valiente.
Entre la multitud nos llegan dos fotos de un hermano, fraile dominico, que sirve al Señor y a los hermanos en Panamá desde hace años, y pese a ir en silla de ruedas y su mochila de oxígeno, no ha dudado en participar en esta JMJ, sonriendo siempre, alegrando a los demás, confesando, participando en el Via Crucis.
¡Gracias Padre Manolo Blanquer!