Dice Anastasio Sinaíta: «El misterio que hoy celebramos, lo manifestó Jesús a sus discípulos en el monte Tabor, después de haberles hablado acerca del reino y de su segunda venida gloriosa»
La transfiguración de Jesús es narrada en los Evangelios Sinópticos; texto en el que Jesús se transfigura y se vuelve radiante en gloria divina.
En este pasaje, Jesús y tres de sus apóstoles, Pedro, Santiago y Juan se dirigen a un monte alto a orar. Allí, Jesús empieza a brillar con rayos brillantes de luz, y los profetas Moisés y Elías aparecen al lado de Él.
«Transfigúrame, Señor, transfigúrame.
Quiero ser tu vidriera,
tu alta vidriera azul, morada y amarilla.
Quiero ser mi figura, sí, mi historia,
pero de ti en tu gloria traspasado».
En la Orden de Predicadores hacemos memoria agradecida del encuentro con la Verdad de Domingo, rodeado de sus frailes en Bolonia.
En la Iglesia conmemoramos la partida al Padre de Pablo VI.